Ellos eran horizonte.
Ella era vida, porque todo lo que tocaba lo pintaba de mil colores.
Ella era sol, era luz eterna pintada de piel canela.
Ella era poesía, era los párrafos mas melancólicos y los finales más alegres.
Ella era arte, desde que la mirabas hasta que aprendías a amarla.
Ella era adicción, ojos miel, pestañas de agua.
Ella era magia, era la música en presencia, era los pasos de baile más vergonzosos y la risa menos discreta.
Ella era carácter, era tan difícil de llegar a lo que sentía que se volvía materia solida.
Ella era aire, era amor y sentimientos a flote.
Ella era total experiencia en el amor.
Ella era cielo, llena de tanto.
Ella era fiesta sana, música alta sin importar la canción.
Ella era rebeldía, corazón suelto, pensamientos sin atadura y desmedidos.
Ella era escucha y a la par el verbo andando.
Ella era bella, bella mia.
Ella era orgullo y descontrol, era los días más oscuros y las noches más largas.
Ella era encanto, corazón noble, sonrisa fija en su rostro.
Ella era día, era locura y sobre todo era una niña.
Ella era llanto, palabras y acciones ocultas.
Ella lo era todo, porque era todo lo que ella quería ser.
El era noche, porque todo lo que tocaba lo volvía eterno, un universo.
El era sueño, ganas de mucho, trabas por mucho.
El era visión, con tan bella altura que tenía.
El era perfección, milagro de día, pecado de noche.
El era risa a la vista, carcajadas ocultas.
El era locura y pasión, totalmente una adicción.
El era fiestas descontroladas, buscando el drop de cualquier canción.
El era magia, energía vibrante.
El era totalidad, equilibrio entre el ser, querer y estar.
El era frialdad, tan complicada forma de querer.
El era principiante en esto del amor.
El era mar, lleno de tanto.
El era dificultad, nunca supe que sabía, que pensaba, ni que sentía.
El era increíble, increíblemente bello.
El era cultura y mil historias que contar.
El era silencio en sonido, sonido en silencio.
El era amor, sentimientos humildes, siempre al portador.
El lo era todo, porque era todo lo que el quería ser.
El y ella se encontraron, creando eclipses, adicción doble.
Ellos eran increíblemente bellos.
Eran fiesta diaria, una combinación perfecta de risas.
Eran cosquillas, pláticas profundas.
Eran silencios llenos de vibra sentimental, respirando amor y muchas veces inquietud.
Eran besos y sueños, ganas de viajar para encontrar su lugar.
Eran carreteras andando, historias que contar y canciones que cantar.
Juntos eran pasos de baile vergonzosos y sensualidad en movimiento.
Eran tan suyos, tan de ellos mismos.
Eran noches llenas de estrellas, constelaciones y eternidades.
Eran días llenos de vida, aire puro y luminosidad.
Eran secretos y apoyo, desvelos y mentiras externas para ganar un poco más de tiempo juntos.
Ellos eran amor, eran una vida en dos cuerpos, y dos vidas en un camino.
Ella era cielo
El era mar
Decidiendo quererse en un punto medio.
Ellos eran horizonte.
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