Amor de miel y no de papel

Desconecto y me observo como una extranjera desconocida.

Amor de papel, amor de miel. Cansada de coleccionar tanto beso y dejar en extinción tantas sonrisas. Cansada de esperar en vez de actuar. De aquellas tardes de cine y comidas largas, cambiadas por esas tardes de vayamos a tu casa sabiendo que transformamos eso a sinónimo de duerme, no pasa nada. Cansada de amistades con derecho, sin tener derecho a nada. De relaciones irreales, urgentes y necesarias, en vez de relaciones reales, pacientes y llenas de libertad. De amores que te besen con los labios y no con la mirada. De amores que se dicen amores, y terminan siendo solo las primeras tres letras de esa palabra. Cansada de buscar en alguien más, lo que me niego a darme yo misma. De entregar cuerpo, hasta gastarlo y hartarlo de tanto instinto de pertenencia de alguien más . Cansada de que te miren y admiren el cuerpo, y ni siquiera logren tocar el alma. De palabras cursis llenas de miel, y no de palabras sinceras llenas de amor y respeto. Cansada del mismo tema de conversación y de los mismos gestos. 

De ser un amor de dos en una sola persona. De pertenecer como algún tipo de propiedad, y no como pertenencia propia. Cansada de palabras en vez de acciones. De que me eleven a los cielos momentáneamente, para terminar desplomada en las mismas sabanas. De no corresponder a ese amor que dicen tenerme, por no poder ser correspondida al que yo quisiera tener. Cansada de aceptar tan poco, haciéndolo sentir mucho. De crear cuentos de amor, en vez de vivir historias de vida. Cansada de ser la otra o una más, y no ser la única y la especial. Cansada de tocar con palabras lo que el alma no puede tocar. De discutir por obtener, sin estar dando. Cansada de la rutina, perdiendo lo espontáneo. De jalarnos a lo mismo en vez de empujarnos a lo desconocido. De caminar en el mismo camino, pero no contigo. Cansada de los amores frágiles y sin principios, sin ganas de vivir y ser felices, de solo subsistir y llenar necesidades del cuerpo. Cansada de no besar hasta las 12, no bailar hasta que no podamos más, de no ir al cine, conocer y dejarme brillar. De provocar un primer encuentro ocasional, y olvidar la primera cita que hace volar.  Cansada de no tener algo puro y real, de no estar tranquila y feliz. De no poder respirar, amar y confiar. De solo dudar, hartar y querer desaparecer. Cansada de amar solo por amar, y no  amar por sentir.

Quiero un amor de verdad, de esos que te hacen mejor. Que me haga soñar, me motive a seguir y me acompañe a volar. Un amor que me devuelva la pasión y el significado de un beso, de una caricia y de una entrega. Un amor que me desvista el alma y no el cuerpo. Un amor que se vuelva tanta adicción, que sea el mejor reto pelear contra ella y a su favor. Un amor de libertad, de tiempo y espacio, que me de paz interna y ganas de vivir.

Quiero un amor que me despierte a besos si está a mi lado, o que lo haga a palabras reales y puras si no lo está. Que esté conmigo, impregnado en mi ser, sin necesidad de estar físicamente. Un amor que tenga madurez de estar a mi lado en los peores momentos, que comprenda mis prioridades y mis deseos de libertad y de mujer, que me acompañe en los momentos únicos, en aquellos en donde estén involucrados mis seres queridos. Un amor que goce de mi presencia, y que la frecuencia no sea necesaria para ser felices. Un amor que me sorprenda, que me lleve flores cuando menos las necesite, que engorde conmigo y me acompañe en mis momentos de dieta. Un amor que me apoye, que me abra las puertas de su corazón para poder amarlo y ayudarlo. Un amor imperfecto, lleno de debates y diferentes puntos de vista. De autenticidad por ambas partes y de constante habla, en donde no falten los temas de amor, política, niñadas, la vida, lo que sea mientras nada falte.

Un amor que no piense en estar conmigo, que lo haga. Que no lo dude. Un amor que sepa que por estar juntos vale la pena todo. Un amor sincero. Un amor de café, que un día me pueda quedar amargo, y al otro día dulce, pero que nunca deje de ser la felicidad de mis mañanas. Un amor de miel y no de papel.